sábado, 25 de junio de 2011
Ejemplo de verdadero amor
Un hombre de cierta edad vino a la clínica donde yo trabajo para hacerse curar una herida en la mano. Tenía bastante prisa, y mientras se curaba le pregunté qué era eso tan urgente que tenía que hacer.
Me dijo que tenía que ir a una residencia de ancianos para desayunar con su mujer que vivía allí . Me contó que llevaba algún tiempo en ese lugar y que tenía un Alzheimer muy avanzado.
Mientras acababa de vendar la herida, le pregunté si ella se alarmaría en caso de que él llegara tarde esa mañana.
-No, me dijo. Ella ya no sabe quién soy. Hace ya casi cinco años que no me reconoce.
Entonces le pregunté extrañado.
-Y si ya no sabe quién es usted,¿por qué esa necesidad de estar con ella todas las mañanas?
Me sonrió y dándome una palmadita en la mano me dijo: -”Ella no sabe quién soy yo, pero yo todavía sé muy bien quién es ella”.
Tuve que contenerme las lágrimas mientras salía y pensé: -”Esa es la clase de amor que quiero para mi vida. El verdadero amor no se reduce a lo físico ni a lo romántico. El verdadero amor es la aceptación de todo lo que el otro es, de lo que ha sido, de lo que será y de lo que ya no es…
Un amor para toda la vida
Se conocieron en mayo de 1926 y el 26 de mayo de 1928 contrajeron matrimonio.
Vivieron momentos buenos y otros amargos como cuando salvaron milagrosamente de dos bombardeos alemanes durante la segunda Guerra mundial, uno de los cuales derribó su amado hogar.
Tuvieron dos hijos, seis nietos y siete bisnietos en estos 81 años de matrimonio…
“Yo no se donde se han ido los años, pero realmente han sido maravillosos”, señaló Frank, que hoy tiene 101 años de vida.
Al ser entrevistados por la BBC que el secreto de su amor eterno es “dar y recibir”. Una pequeña discusión diaria…aportó Ana, pero resolviéndola antes de ir a dormir compartiendo carios. Es nuestra regla dorada.
El experimentado matrimonio siguió aportando:… “Las parejas de hoy en día no duran mucho, porque a menudo no tienen el suficiente tiempo para el otro”.
Frank, aportó con toda sabiduría que reflejan sus plateadas canas: “Para ganarte un corazón dulce necesitas una dosis de la vieja caballerosidad”…
Vaya..eso si que es un gran consejo!!
Hoy, cuando el divorcio es pan de cada día…cuando los niños miran alejarse de casa a sus padres para no verlos regresar… cuando el valor de hacer pactos de fidelidad ante Dios se ha perdido tan tristemente… Es un bálsamo de esperanza conocer matrimonios como el de Frank y Ana.
Esto nos lleva a volver los ojos a las Sagradas escrituras y recordar que tenemos maravillosas directrices para ser el “mejor esposo” y la mejor “esposa” .
1era de Pedro deja ver maravillosos consejos y advertencias para los varones:
3:7 Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.
3:8 Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables;
3:9 no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.
Es así hay que tratarlas como a Vasos mas Frágiles…por lo tanto la rudeza aquí no cuenta.
Por otra parte, se nos deja ver que las mujeres son la influencia en el hogar, por lo tanto el éxito familiar dependerá mayormente de lo sabias que sean!.
Proverbios 14:1 La mujer sabia edifica su casa; Mas la necia con sus manos la derriba.
Que en este tiempo, podamos determinar demostrar a la sociedad que con Cristo y su Palabra amorosa, podemos lograr tener un amor para toda la vida…
Matrimonio a prueba de divorcio
Mike tenía dieciocho años y se había graduado, Cheryl tenía diecisiete y se preparaba para el él último año del instituto; estaba embarazada, esperando un bebé de Mike.
La familia y los amigos de la joven pareja les dijeron que estaban locos al decidir casarse. También los presionaban para que Cheryl se hiciera un aborto; pero estaban enamorados y deseaban criar juntos al bebé. Así que se casaron aquel verano, apenas unos niños a punto de criar a su propio niño.
Mike tomó la situación como un desafío. En el otoño comenzó la universidad a tiempo completo mientras trabajaba sesenta y cinco horas a la semana, repartiendo leche de la lechería familiar.
Cheryl, una flamante madre, se quedaba en su pequeña casa todos los días mientras Mike se sumergía en la universidad y el trabajo. “Desde el principio fue una lucha”, dice la joven. No tenía idea de cuál era mi papel ni de lo que implicaba mi compromiso con Mike. Cometí muchos errores, hice malas elecciones.
Teníamos un bebé, pero no trabajamos en absoluto en nuestra relación. A su vez Mike, se daba a la bebida y cuando estaba bajo la influencia del alcohol se volvía agresivo y furioso. También atacaba a Cheryl, no en forma física, sino verbal. En poco tiempo se convirtieron en enemigos.
Éramos desdichados de verdad, así que decidí abandonar a Mike. Nuestro divorcio finalizó pocos meses después.
Luego que Mike y Cheryl se divorciaron, su relación siguió siendo horrible. “No quería saber nada de Mike”, dice Cheryl. “Lo culpaba por todo lo que funcionó mal entre nosotros. No nos hablábamos en absoluto. El contacto que teníamos se limitaba a los momentos en que nos encontrábamos para entregarnos a nuestro pequeño hijo”.
Entre tanto, Mike se había convertido a Cristo y Cheryl encontraba el camino de vuelta al Señor. A medida que Dios cambió el corazón de Mike, él pensaba en la joven familia que había perdido. Decidió tratar de ganar de nuevo a Cheryl y hacerlo esta vez como era debido. Al poco tiempo Mike llamó a Cheryl y le preguntó si le gustaría que volvieran a encontrarse.
“Luego de unos momentos con Mike, supe que estaría segura con él, dice Cheryl”. Tenía una paz que antes no tenía. Hasta su voz sonaba diferente. Él también se debe haber dado cuenta de que Cristo, me estaba transformado a mi también.
Mike cortejaba a la que fue su esposa y la invitaba a salir. Durante ese tiempo, no tuvieron relaciones físicas. Deseaban construir un amor que durara, un amor que fuera espiritual y emocional, no sólo físico.
Un año y medio después de divorciados, se volvieron a casar en presencia de familiares y amigos. Todos se dieron cuenta de que estaban siendo testigos de un milagro con el nacimiento de un nuevo matrimonio de Mike y Cheryl.
Este matrimonio ha cumplido a la fecha 21 años de plena felicidad. En esa oportunidad el Pastor de la iglesia condujo una reunión de celebración por un matrimonio que no morirá.
“Nuestro amor nos hace inmune a las amenazas del divorcio”El amor es el cimiento de un matrimonio floreciente. La pregunta crítica es: ¿de que clase de amor hablamos? Para tener matrimonios a prueba de divorcio, no alcanza con tener cualquier clase de amor.
Creemos que hay seis clases de amor que se necesitan para tener un matrimonio a prueba de divorcio:
El amor que perdona: Sana las heridas y ayuda a los esposos a sentirse aceptados y conectados. Ofrece un nuevo comienzo cuando se han ofendido y herido el uno al otro.
El amor que sirve: Descubre y satisface necesidades, y ayuda a que los cónyuges se sientan honrados y comprendidos.
El amor que persevera: Permanece fuerte en tiempos difíciles y ayuda a los esposos a sentirse unidos, a ser los mejores amigos de siempre. Te sostiene a través de las pruebas de la vida.
El amor que protege: Nos guarda de las amenazas y ayuda a los cónyuges a sentirse seguros y a salvo. Guarda tu corazón de las cosas que amenazan tu matrimonio.
El amor que celebra: Se goza en la relación matrimonial y ayuda a que el cónyuge se sienta valorado y cautivado. Te equipa para mantener una conexión emocional, física y espiritual satisfactoria.
El amor que renueva: Refresca y apoya el lazo matrimonial, y ayuda al cónyuge a sentirse confiado y arraigado. Considera que el matrimonio es un pacto inquebrantable.
A medida que tu matrimonio experimenta estas seis clases de amor en la fuerza de Dios, recibirás el poder para tener un matrimonio a prueba de divorcio.
Vivir el matrimonio soñado al hacerlo resistente al divorcio en el plano emocional y espiritual es una manera bíblica de amar de verdad a tu cónyuge.